El Rey Pollo
Desde pequeña yo viví dentro de una competencia en la cual nunca me importó ganar. Yo vivía siempre en comparación con el gran y admirable "Rey Pollo"(Ese es mi hermano). Con un año de diferencia él era el mayor, el fuerte, el dotado, el inteligente, en realidad eso nunca me molestó, de hecho yo siempre lo admire pues me sentía orgullosa de ser su hermana, sin embargo esto no hubiera sido tan malo de no haber sido por los jefes del corral, aquellos que se encargaron de alimentar su ego y bañarlo en elogios para que al final no solo pareciera el Rey sino provocando que él mismo se lo autoproclamara.
En realidad él y yo siempre nos llevamos demasiado bien, aunque de pequeños nos peleabamos, no lo culpo por sentirse amenazado o celosos, después de todo él era el número uno, el único antes de que yo llegara al mundo.
Haciendo un lado todo esto, de pequeños éramos casi inseparables, jugábamos siempre juntos, y aunque yo era una chica y él un chico, yo siempre terminaba uniéndome a sus juegos. Admito que de pequeña jugué más con cochecitos que con muñecas.
A mí me encantaba pasar tiempo con él y aunque a veces se sentará simplemente a jugar en la computadora, recuerdo que yo pasaba horas a su lado viendo cómo pasaba de nivel y escuchando todos los trucos que me confesaba para superar el desafío.
Y así fué, pasamos miles de aventuras fantasiosas juntos, claro solo hasta que llegó la adolescencia, entonces nos distanciamos...
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